No siempre se compra vivienda para vivir en ella. En el sector inmobiliario la inversión es segura, rentable y se puede compartir.
La tarde que se encontraron, Daniel, muy contento, les contó a Diana y Andrés sus amigos, desde la universidad que había recibido una herencia de 30 millones de un tío con la que esperaba cambiar su carro por un último modelo. Diana le dijo, a manera de chiste, que mejor se los prestara para un viaje, pues ella quería llevar a su mamá a Europa y tenía un ahorro en cesantías, pero no lo podía usar para eso. Después de reírse, Andrés le dijo que mejor se la prestara a él, porque estaba cansado de tener una plata en un CDT y quería comprar un apartamento sobre planos, pero no le alcanzaba.
La siguiente vez que se encontraron, fue Diana la que dijo: «metámonos todos en el apartamento» ellos se rieron y ella les dijo que era en serio. Podían hacer un plan en el que cada uno aportaba, ir a Arconsa, buscar un proyecto de 300 millones, así serían 90 millones de cuota inicial. Tenían tres años para que cada uno consiguiera 30 millones. Ella ya tenía 12 millones en cesantías, y en 36 meses poniendo 500.000 mensuales lograba su parte; si Daniel seguía con su carro tenía ya los 30 que le correspondían, y Andrés ya lo tenía en su mente.
Andrés que siempre encontraba los problemas, esta vez no lo vio, pues ya conocía las valorizaciones y la seguridad de una inversión de este tipo. Daniel, el más entusiasta solo tuvo una duda, ¿Y nos toca meternos en un crédito a 20 años?
Sí, dijo Diana, eso sí. Pero lo ponemos en alquiler y eso se paga prácticamente solo. Es el esfuerzo del principio para la cuota inicial, que para ti no existe porque ya tienes la plata.
O de pronto no, dijo Andrés. Si cuando hay que hacer el crédito hipotecario te quieres salir del negocio, nos cedes tu participación y te la compramos al precio de la cuota inicial en ese momento. En tres años rus 30 «palos» se te pueden volver 40, y todos contentos.
Después de esa conversación, se decidieron, visitaron varios proyectos, Andrés miraba los acabados, las áreas, Daniel y Diana preguntaban básicamente sobre los tiempos de entrega. Se decidieron por un apartamento de 69 metros en Terraverde que valía 300 millones con parqueadero y acabados. Anny García les recomendó formalizar su acuerdo en notaría y, además de amigos, se hicieron socios.
«La valorización histórica de la vivienda de largo plazo está uno o dos puntos por encima de la inflación, es decir que las personas siempre conservan el valor del dinero en el tiempo, además de percibir un aumento por el alquiler, ya que este incrementa entre 4% y 6% anual». Federico Estrada, presidente de Lonja de Propiedad Raíz de Medellín.
Tres años después
Hace poco, Andrés fue a visitar la sala de ventas y se enteró de que un apartamento como el de ellos vale 355 millones. Y estaría listo para entrega en 15 meses más. Lo que puso feliz a Daniel fue ver que si inversión se había valorizado alrededor de 20% en tres años.
Anny García líder de la sala de negocios Terraverde les anunció que en unas semanas deberán empezar el trámite bancario para el crédito hipotecario.
Diana está pensando en irse a hacer un máster en el exterior, así que planteó con sus amigos que le compren su parte. Andrés miró a Daniel y le dijo que el espera vivir en el apartamento en unos años, y mientras tanto, arrendarlo. Por eso le interesa comprarle el derecho a Diana. Daniel ya está entusiasmado y parece que el crédito hipotecario es cómodo y más con el apartamento arrendado, así que el propuso ser socios por mitades.
Todos saben que Andrés terminará viviendo en él, pero juntos, los tres amigos han cumplido su sueño y han hecho un buen negocio.