Cemento, ladrillos, ventanas, puertas, escalas; vidrio, madera, plástico o metal. Estos eran hasta hace algunos años los componentes de las construcciones que veíamos en la ciudad de Medellín. Edificios, casas, colegios, hospitales, empresas, calles y parques tenían, cada uno, un espacio establecido para el uso y disfrute de los ciudadanos.
Estas construcciones han cumplido su función a la perfección e incluso, con el paso del tiempo se han multiplicado y extendido a zonas de la ciudad donde antes no estaban. Sin embargo, su apariencia no iba más allá de lo que todos conocemos, no había ningún atractivo o punto de referencia estético que llamara la atención y no existía ninguna conexión entre ellos.
Por fortuna, en los últimos años eso ha cambiado y la ciudad ha comenzado a llenarse de colores y formas y, mejor aún, los inmuebles que se han venido construyendo no están aislados, ahora hacen parte de un mismo ecosistema donde se encuentran viviendas, comercio, industria, entretenimiento y gobierno, todas en un mismo espacio, dándole así una nueva cara a Medellín.
Una integración transformadora
La integración de espacios que se ha venido dando en Medellín ha permitido que los ciudadanos y los visitantes puedan disfrutar de la ciudad completa, que puedan conocer lo que esta tiene para ofrecer, sin que se marque muy fuerte la diferencia entre estratos sociales o preferencias culturales.
La Ciudad de la Eterna Primavera se ha convertido en un gran referente para el mundo, gracias a su nuevo diseño urbano que se piensa para que en un mismo espacio confluyan la vida, el trabajo y el descanso. Cada vez vemos más cómo en un mismo sector las personas encuentran servicios de salud, bancos, restaurantes, parques, centros religiosos, viviendas, industria y arte.
Este nuevo “vivir la ciudad” ha hecho que la arquitectura sea pensada para integrar barrios, sectores económicos y personas. Una muestra de esa integración es el arte, un gran referente también de nuestra hermosa Medellín.
Influencia del arte en la apropiación del espacio
El arte en Medellín ha pasado de ser solo una manifestación de la protesta, la lucha y la voz de quienes no tenían una, a ser parte de la cultura de la ciudad. Paredes llenas de grafitis, colores, paisajes, flores; lugares donde se comparte buena música, museos y galerías, muestran la cultura de una ciudad rica en expresiones artísticas.
Esto ha generado que, tanto colectivos sociales como institucionales, hagan una apropiación del espacio público, como un medio de expresión y transformación de la ciudad, la comunidad y las relaciones entre individuos e instituciones. Asimismo, se ha convertido en un generador de identidad colectiva, que le muestra al mundo que el arte nos representa a todos.
Sectores como la Comuna 13; las columnas del viaducto del Metro de Medellín en estaciones como Universidad, Hospital, Prado, Parque Berrío o el Corredor Vial del Tranvía de Ayacucho son ejemplos de calles que los artistas locales y extranjeros han tomado para decorar la ciudad y que ahora son un gran atractivo turístico. De igual forma, encontramos en Barrio Colombia, en Parques del Río y Ciudad del Río cómo un mismo terreno puede alojar viviendas, centros de salud, museos, industria, restaurantes, bares, parques y zonas al aire libre que permiten el disfrute de las personas en medio del desarrollo urbano de la ciudad.
No cabe ninguna duda de que Medellín se ha ido llenando con los años de arte en todas sus expresiones, transformando con él la idiosincrasia de quienes lo habitan, haciendo posible que disfrutemos de esta encantadora ciudad.