Que se requiere de mucho dinero para amoblar y decorar tu hogar, que es mejor contratar a un diseñador de interiores para convertir mi casa en un espacio único, que los elementos decorativos que se ven en las revistas son costosos, que el lugar en el que vivo es pequeño y no lo puedo adecuar, que no vale la pena decorarlo porque no paso tiempo allí… Y así como estas, hay muchas otras ideas equivocadas sobre la decoración de espacios que se han vuelto mitos a lo largo del tiempo y que han minado la creatividad y el estilo propio de quienes quisieran decorar por cuenta propia su casa.
La buena noticia es que sí podemos decorar nosotros mismos nuestros espacios y que nada de esto es verdad, por el contrario, el mundo de posibilidades es gigante a la hora de hacer los primeros pinitos en la decoración de interiores, un oficio que, en palabras de Catalina Morales, administradora de empresas y decoradora de interiores por vocación, cuando se aplica con pasión y dedicación, no requiere de títulos académicos. “Todos podemos ser decoradores cuando esto realmente nos llama la atención, basta con decidir hacerlo y probar si nos gusta o no, y así nos damos cuenta si somos buenos para esto”.
Además, no se necesita mucho dinero, podemos cambiar el espacio empezando por cambiar las ubicaciones de los muebles, respetando la iluminación del lugar; aplicando nuevos tonos en las paredes; poniendo plantas, cojines, cuadros o cortinas, y solo esos detalles lo cambian todo. No menos importante es tener en cuenta que la decoración debe estar pensada en función de nuestros hábitos, de modo que esta conecte con eso que solemos hacer.
Y ¿por dónde empezar?
Lo primero que recomienda la experta es elegir el diseño que más nos identifique. Debe ser un estilo que nos haga sentir cómodos y que a la vista nos proporcione paz y felicidad. Una forma de definirlo es haciendo un collage de 20 o 30 fotos de diseño que nos gusten y ahí aparecerá nuestro sello y las ideas empezarán a emerger. “También puedes hacerte preguntas como: ¿me gusta lo antiguo o lo moderno, lo simple o lo recargado, lo minimalista o las grandes estructuras, lo que está de moda o lo que perdura, las tonalidades oscuras o las claras? Eso permitirá establecer tu estilo y tu propia versión de diseño de interiores”.
En nuestros recuadros al final podrás conocer los estilos más comunes que te sirven de guía para establecer un estilo propio.
En segundo lugar, revisar cuáles son esos detalles que hacen que una casa se vea como de ensueño. Telas, cuadros, plantas, floreros, jarrones o vasijas, repisas, espejos, esculturas y velas, cojines, vajillas, individuales de texturas, libros y revistas, arte. Todos estos elementos permiten dar un toque distinto a cada espacio y, como lo indica Catalina, “al decorar, conecta los elementos exteriores con el interior de tu casa y no llenes por llenar los lugares con decoraciones en mal estado o que no vayan con tu estilo”.
Lo tercero es elegir una paleta de color funcional. Quienes saben de diseño recomiendan hacer un balance entre los colores que más nos gusten y no recargar un espacio con una sola tonalidad. Se aconseja elegir un 60% de un color dominante, que sea el protagonista de la decoración (ojalá un tono neutro), un 30% para romper con la monotonía, y un 10% para realzar el estilo elegido.
Por último, la mejor recomendación es organizarse a la hora de decorar un espacio. Y esto implica definir un presupuesto previamente; contar con tiempo suficiente para dedicarse a decorar y hacerlo sin afán, un día a la vez; dejar los accesos libres para la circulación; desprenderse de los objetos que no se necesitarán más; comprar solo lo necesario; y lo más importante: tomar medidas antes de salir de compras.
“Lo fundamental a la hora de decorar nuestra casa es que nos guste hacerlo, que lo disfrutemos y que tengamos el tiempo”, concluye Catalina.
aquí lo más importante de algunos estilos de diseño de interiores, de forma que puedas comprenderlos y conectar con los que más te llaman la atención